Seamos sinceros. Si pudiéramos, nadie usaría sillas de ruedas eléctricas. Sin embargo, desgraciadamente hay gente que la necesita, y para ellos en los últimos años han ido apareciendo muchos modelos de sillas de ruedas destinados a resolver distintas patologías.
Aunque el salto tecnológico ha sido muy grande, la industria afronta dos grandes retos en nuestra década que tiene que resolver: el peso y la exigencia de un nuevo público al que todavía no se ha atendido de forma adecuada sus necesidades.
Las sillas de ruedas eléctricas necesitan una dieta de adelgazamiento
90, 70, 60 kilos son cifras de peso muy comunes entre las distintas sillas de ruedas. Es cierto que son sillas muy complejas desarrolladas para ayudar a personas que tienen que pasar muchas horas sentados en ellas y cuya dependencia es total. Sus puntos fuertes se convierten en muy débiles cuando el usuario quiere viajar. Y entonces es cuando aparece la frustración: plataformas muy costosas y engorrosas o cambio y adaptación del vehículo a un precio inalcanzable para muchos.
Gente mayor, necesidades distintas
Nuestra sociedad es cada vez más “vieja”. Es la realidad del mundo avanzado, dicen. Nos vamos haciendo mayores -es ley de vida-, y venimos de unas generaciones babyboom que no se volverán a repetir, al menos de momento tal como está el patio.
Cada vez vivimos más y eso es muy bueno la verdad, pero también hace más patente los inconvenientes propios e inevitables que acarrea la longevidad: cada vez nos cuesta más andar y nos cansamos. Sin embargo, no nos gusta ni una silla de ruedas porque creemos que no la necesitamos ni todo lo que suene a ortopedia. Y nadie nos da una solución adecuada.
Una nueva generación de sillas de ruedas eléctricas
Es en este contexto cuando aparece la silla Zinger para empezar a cambiarlo todo.
Se trata de una silla de ruedas eléctrica de nueva generación concebida de cero con tres objetivos muy claros:
-Crear la silla de ruedas eléctrica más ligera del mercado para poder transportarla con facilidad.
-Dotarla de un sistema de plegado instantáneo y muy sencillo, para poder hacer con ella lo que queramos.
-Diseñar una nueva silla de ruedas totalmente de cero para convertirla en una silla única, realmente hermosa, nada ortopédica y que no se parece a ninguna otra del mercado.
Una silla concebida, además, con los mejores materiales -como el aluminio- y los últimos avances para hacerla muy resistente, fiable y segura, además de ligera y cómoda.
Con la silla de ruedas eléctrica Zinger podrás ir allí donde quieras sin que nada te lo impida. Podrás pasear, meterla en el maletero del coche o el ascensor, subirla a un autobús o avión, entrar en un restaurante a cenar, moverte por un centro comercial o incluso usarla dentro de la casa.
Desde EEUU hasta Japón o Australia, pasando por Europa, la silla de ruedas Zinger está cambiando la vida de miles de personas. ¿A qué esperas para cambiar la tuya?
