«Sólo pido un deseo. En el momento que aparezca una derrota, o un mal día, que os acordéis de mí». Juan Carlos Unzúe visitó recientemente su antiguo equipo Osasuna para compartir su experiencia y recordarnos aquello que realmente importa y que a veces olvidamos.
Desde que un día nos visitó en nuestra tienda de Tecmoving en Barcelona, Juan Carlos Unzúe nos cambió también la vida a todos nosotros. Y no sólo a nosotros, sino a muchos otros a través de su inmensa labor de divulgación de la enfermedad del ELA y cuyas historias nos van llegando casualmente. Como el caso de un cliente también con ELA que nos compró una Joytec Pro después de ver la silla de Unzúe. Vino tiempo después y nos contó que cuando se la enviamos, estuvo 15 días sin querer subirse a la silla. La tenía nueva, en su casa lista para poder salir, y no tenía ánimos. Su mujer llamó a Unzúe y éste se desplazó inmediatamente desde Pamplona hasta Tarragona para visitarle y tratar de animarle hasta que terminaron «echando unas carreras» los dos con las sillas.
Y así nos van llegando noticias de la inmensidad de Juan Carlos Unzúe, un ser humano extraordinario capaz de transformar la vida de los demás.